domingo, 9 de noviembre de 2008

El cincel en las manos del divino artista


Y ya que estoy con poesías, esta es otra que en su elocuencia nos lleva a comprender el misterio del dolor en un proceso de amor.


El Artista:

Cuando el cincel hirió por vez primera

el bloque de granito un hondo grito,

lanzó como si fuera carne viva

de aquella roca la partida entraña

Piedad Señor! ¿qué saña, qué furia cruel y loca

te anima contra mi? ¿Por qué me hieres?

En el regazo de mi madre roca yo me hallaba

feliz en mi existencia tranquila y olvidada...

¡feliz en la inconsciencia de mi nada

y nada en lo feliz de mi inconsciencia!

Más hoy, tu hierro en chispas encendido,

¿con qué furor insano arranca trozos de mi pecho herido!

¡aparta! ¡déjame! ¡detén tu mano!

¡un golpe! ¡y otro golpe!

¡otro más! ¡otro! ¡y otro! ¡y otro todavía!

El artista callaba y proseguía

Aunque tenía el propio corazón compungido

Por el dolor de aquella piedra que gemía.


Y así, bajo los golpes del cortante cincel,

batido por el mazo, fue abriendo aquel bloque

como si fuera carne palpitante...

A cada golpe, un fúlgido chispazo,

a cada golpe, un grito...

¡un grito y una forma que surgía del bloque de granito!

Martirizada gestación, tormento,

Hecho fecundo por la milagrosa mano

que ora con vigorosa incisión o con leve tocamiento,

iba sacando de la amorfa masa,

conforma a sus designios inspirados,

aquí, un suave contorno, allí un arista...


¡Dolor! ¡Cincel creador en manos del artista!

Y así del bloque aquel surgió una forma

En que alentó la vida

En el pecho de piedra

Pulsó, vivo, caliente, enternecido,

Al fin un corazón...

En los ojos de piedra una caliente lágrima brilló...

¡en los labios de piedra agradecida, reverente, humilde,

tembló por fin la voz!

-Perdóname, Divino Artista del amor y del dolor.

¡perdóname, Señor! ¡Yo no sabía!

El artista callaba y sonreía...

Gonzalo Báez Camargo

1 comentario:

alis dijo...

HOLA MELLAMO ALIS Y QUIERO ECIRTE QUE ESA POEIA ME HA GUSTADO MUCHO ES MARABILLOSA. GRACIAS POR COMPARTIRLA ES NA BENDICION HABERLA ENCONTRADO.
GRACIAS. ALIS